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La popular aplicación de compra de criptomonedas y acciones Robinhood ofrecerá el jueves acciones de una nueva empresa— la suya propia. La empresa está llevando a cabo una oferta pública inicial (IPO), lo que significa que cualquiera puede invertir en sus acciones.
El movimiento es significativo no sólo porque Robinhood se ha convertido en un ícono de marca financiera, especialmente entre los millennials, sino porque también se ha convertido en un actor importante en el mundo de las criptomonedas. Poseer acciones de Robinhood representa una nueva forma de acceder a las criptomonedas a través del mercado de valores— del mismo modo que poseer acciones de su competidor Coinbase (la primera empresa de pura criptomoneda que salió a la Bolsa) o de Square.
Si estás pensando en invertir en Robinhood, aquí tienes cinco cosas útiles que debes saber. Y como dicen, éste no es un consejo de inversión.
Se trata de un gran acontecimiento, ya que, en el transcurso ordinario de las cosas, sólo los banqueros y las grandes empresas de inversión tienen acceso a las acciones de una empresa antes de que se haga pública. Esto significa que los inversionistas minoristas tendrán la oportunidad de participar en la "escalada" de precios que a menudo se produce (aunque no siempre) el primer día en que las acciones llegan a los mercados de valores.
Pero no todos los que quieran reservar acciones las conseguirán necesariamente. Robinhood está dejando que cualquier cliente ponga una solicitud de compra a través de la función "Access IPO" en su aplicación, y luego distribuirá la oportunidad por sorteo el jueves por la mañana. La empresa repartirá hasta 18,6 millones de acciones de esta manera.
Robinhood revelará el precio oficial de sus acciones, que cotizarán con el ticker Hood, el miércoles por la noche, pero el precio debería estar en ese rango.
Las acciones comenzarán a cotizar en el mercado abierto el jueves, probablemente hacia el mediodía, y cualquiera podrá comprarlas a través de la aplicación Robinhood u otras plataformas de corretaje como Fidelity o Charles Schwab. Sin embargo, una vez que comiencen los intercambios— el precio podría ir a cualquier parte, y aquellos que compraron las acciones reservadas podrían obtener un rápido beneficio o bien sufrir una pérdida.
En este momento, la oferta de criptomonedas de Robinhood consiste en permitir a los clientes comprar y vender un puñado de criptomonedas, como Bitcoin, Ethereum y Dogecoin[/definition]. En este sentido, no es tan diferente de PayPal o de la CashApp de Square, que ofrecen criptomonedas pero sólo de forma muy limitada. Puedes comprar y vender [link term_id="31897"]Bitcoin, por ejemplo, en estas plataformas, pero no puedes transferirlo a un wallet externo o a otro exchange.
Pero todo indica, que Robinhood planea desarrollar su plataforma de criptomonedas para asemejarse más a Coinbase, donde los clientes pueden utilizar su propia wallet, incursionar en las finanzas descentralizadas, etc. La compañía ya cuenta con una unidad dedicada a las criptomonedas dirigida por una joven e influyente ejecutiva, Christine Brown, que ha dicho que tiene grandes ambiciones para la plataforma.
La empresa tiene alrededor de 19 millones de cuentas activas, y Robinhood podría alentar a muchos de esos clientes a comprar criptomonedas por primera vez. Mientras tanto, las criptomonedas son ya una parte importante de las operaciones de Robinhood. En el primer trimestre de este año, el 17% de sus ingresos totales procedieron de las criptomonedas— y el 6% de ellas sólo de Dogecoin.
Invertir ahora en Robinhood podría ser muy rentable a largo plazo, sobre todo si la compañía logra sus objetivos de convertirse en el Charles Schwab de los millennials, y venderles todo tipo de productos financieros.
Pero no hay garantía de que vaya a funcionar así. Robinhood tiene un historial de caídas del sistema (la más reciente en mayo) y problemas de servicio al cliente que podrían llevar a los clientes a irse a la competencia. La compañía también sigue teniendo problemas con los organismos reguladores, y algunos miembros del Congreso tienen problemas con una parte central de su modelo de negocio conocida como pago por flujo de pedidos.
El pago por flujo de pedidos es un proceso en el que Robinhood envía paquetes de órdenes de clientes a gigantescos creadores de mercado como Citadel Securities y obtiene a cambio un beneficio financiero. Los críticos dicen que esto es fraudulento, pero muchos expertos en valores dicen que la práctica beneficia a los clientes al permitirles obtener acciones a un precio más bajo.
Y a medida que la empresa apueste más por las criptomonedas, el precio de sus acciones estará más expuesto a las caídas del siempre volátil mercado de las criptomonedas. Robinhood ha reconocido esto, advirtiendo que los ingresos de las criptomonedas caerán a finales de este año, y señalando su dependencia de Doge en particular. La cuestión es que los precios de las acciones, al igual que las criptomonedas, pueden desplomarse— y esto podría ocurrirle a Robinhood.
Aunque la compra de acciones de Robinhood conlleva muchos riesgos, como se ha señalado anteriormente, los posibles inversionistas pueden animarse por el hecho de que ha demostrado que es capaz de hacer dinero, obteniendo un modesto beneficio en 2020.
Esto es significativo dado que muchas de las compañías más populares que han salido a la Bolsa en los últimos años, como Uber o DoorDash, estaban perdiendo montones de dinero en el momento de su IPO — y han continuado perdiendo aún más dinero, lo que ha perjudicado el precio de sus acciones y ha dejado a los inversionistas con un sabor amargo. Este no es el caso de Robinhood, ya que ha demostrado que puede ganar dinero. Pero la empresa enfrentará presiones para demostrar que puede seguir haciéndolo en el futuro.
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