Por Tim Hakki
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El Banco de Inglaterra anunció ayer que intervendría para dirigir y supervisar el colapso de las stablecoins en caso de que el banco central británico decida que un emisor de stablecoin "ha alcanzado el fracaso a escala sistémica [sic]".
La noticia llegó a través de un documento elaborado por el Tesoro de Su Majestad en respuesta a una consulta sobre criptomonedas que comenzó en enero de 2021 y concluyó en abril de este año.
El gobierno británico propone modificar el Régimen de Administración Especial de Infraestructuras de Mercados Financieros del Reino Unido para que las criptomonedas queden bajo la jurisdicción del banco central británico, a la vez que da a la institución las riendas en caso de colapso de una stablecoin.
Una de las propuestas de modificación también incluye la ampliación de la definición legal de "sistema de pago" para incluir las criptomonedas, dotando al banco central de poderes de regulación en virtud de la Parte 5 de la Ley Bancaria de 2009.
El Gobierno aclaró que el banco central sólo intervendrá en caso de colapso "sistémico", que define como cualquier "deficiencia en el diseño [de un sistema] o interrupción de su funcionamiento que pueda amenazar la estabilidad del sistema financiero del Reino Unido o tener consecuencias significativas para las empresas u otros intereses".
Los poderes exactos otorgados al banco central en virtud del Régimen de Administración Especial modificado son en gran medida poco claros, aunque el documento menciona la "dirección" y la "supervisión" y proporciona un ejemplo: "[El Banco de Inglaterra] debe aprobar las propuestas del administrador desde el principio (y de forma continua) y tiene poderes para dirigir al administrador para que tome o se abstenga de tomar acciones específicas".
El banco central deberá consultar a la Financial Conduct Authority (FCA) antes de solicitar una orden de administración especial.
Al igual que Estados Unidos, el gobierno británico ha adoptado hasta ahora un enfoque de no intervención con respecto a las criptomonedas, pero el innegable crecimiento del mercado desde la carrera alcista de 2021 ha introducido gradualmente el tema de la regulación en la conversación política de Gran Bretaña.
En abril de 2021, el Banco de Inglaterra y el Tesoro de Su Majestad pusieron en marcha un grupo de trabajo sobre la CBDC para explorar la posibilidad de una moneda digital emitida por el banco central (CBDC). Una CBDC es esencialmente una stablecoin emitida por el Estado, por lo que en el caso del Banco de Inglaterra, la CBDC sería una libra esterlina digital.
Según Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, alrededor de 100 países están estudiando la posibilidad de crear una CDBC.
En abril de 2022, el gobierno británico también anunció planes para convertirse en un "centro tecnológico de activos de criptomonedas."
De momento, Westminster ha dado pasos de bebé en este sentido, pero ha confirmado que las stablecoins serán "incluidas en la regulación" para que se utilicen "en el Reino Unido como una forma de pago reconocida".
El gobierno emitirá un NFT este verano en colaboración con la Real Casa de la Moneda también.
El mes pasado, Sarah Pritchard, directora ejecutiva de la Agencia de Control de Préstamos (FCA), declaró a Bloomberg que la normativa británica sobre criptomonedas deberá tener en cuenta el histórico colapso de las stablecoin de Terra.
"La innovación perdura si funciona bien, y está claro que hemos visto las consecuencias y algunos de los problemas que pueden surgir", dijo.
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